Por Vilma Vaccarini, facilitadora de la Escuela de Negocios de IDEA
Carolyn Baldwin, educadora, definió el liderazgo conversacional como: “El uso intencional que el líder hace de la conversación como un proceso clave para cultivar la inteligencia colectiva necesaria para la creación de valor tanto de negocio como social”.
Abarca una manera de ver, un patrón de pensamiento y un conjunto de prácticas que son particularmente importantes en la actualidad. Para liderar en contextos dinámicos e inciertos nos formulamos preguntas importantes y complejas, las respuestas a esas preguntas o desafíos nos posibilita desarrollar nuevas formas de pensar en equipo y para fomentar cambios positivos.
El liderazgo conversacional es un estilo de trabajo en el que el líder comprende el poder transformador de la conversación y adopta un enfoque comunicacional sobre la forma en que se conecta, se relaciona, aprende y trabaja con otras personas. Las conversaciones son la manera en cómo los miembros de una organización descubren lo que saben, lo comparten con sus colegas y en ese proceso, crean nuevos conocimientos para la organización.

Un líder mantiene tres conversaciones básicas y debe estar muy atento para poder mantener el equilibrio entre ellas:
1.- Las conversaciones acerca del sentido
Se dan a través de las preguntas como: ¿Quién soy cómo líder? ¿Qué sentido tiene mi vida y mi trabajo? ¿Para qué hago lo hago? ¿Dónde están mis límites? ¿Qué puedo hacer? La calidad de las preguntas nos dará mejores respuestas y orientarán mejor nuestra capacidad de acción. Cuánto más relevantes sean sus preguntas desplegará mejor su potencial de liderazgo. Si las preguntas y respuestas son irrelevantes más pobre será nuestra vida y nuestra manera de liderar. Quien perfecciona su carga de preguntas cambia su visión y genera el primer impulso para transformar el mundo.
2.- Las conversaciones que mantenemos con nosotros, el autodiálogo
Puede ser positivo o negativo. Depende de lo aprendido en nuestra familia, en nuestra cultura, nuestro pasado, y el conjunto de conversaciones con las personas de nuestro entorno. El sentido de estas conversaciones condiciona nuestras acciones. Si somos duros con nosotros mismos, si invocamos permanentemente al miedo, al pasado, condicionamos negativa o positivamente la calidad de nuestras preguntas trascendentes y las conversaciones que mantenemos con los demás.
Para cambiar el autodiálogo debemos reconocer lo que nos decimos y modificarlo por un autodiálogo productivo. Lleva tiempo. Son hábitos automáticos de la mente y requiere de atención para dar ese giro de poder cambiar la forma de hablarnos. En algún momento aprendimos a hacerlo de esa manera y podemos decidir y aprender a hablarnos de manera diferente. El registro es importante para ir viendo cómo cambian las emociones, el estado de ánimo y las acciones.
3.- Las conversaciones que mantenemos con los demás
Dependiendo de las conversaciones que tenemos y que no tenemos generamos nuevas realidades. Si nuestro diálogo acerca del sentido es pobre y nuestro autodiálogo es negativo, nuestras conversaciones con los otros serán improductivas. ¿Qué modelo queremos ser? ¿Qué espejo brindo a los demás? Lo que me digo interiormente se manifiesta en nuestros gestos, nuestra mirada, y las neuronas espejo hacen su trabajo. El otro interpreta y refleja aquello que hago y transmito.
Los líderes influyen, movilizan, conectan y generan cercanía cuando transmiten iniciativas motivadoras y trascendentes y su actitud es positiva, confiada y ambiciosa. Podemos diseñar nuevas conversaciones enfocadas a generar cercanía, a emocionar a inspirar siempre enfocadas en la acción y los resultados. Registrar las conversaciones que queremos mantener para mejorar el rol de Líder, con las personas que voy a conversar y lo que voy a mantener, solicitar y prometer, hasta transformarlo en un hábito.

“Somos las conversaciones que mantenemos en estos tres niveles, interconectados entre sí, cuando trabajamos activamente la forma de conversar potenciamos nuestro liderazgo”
Cómo diseñar conversaciones significativas:
- Clarificar el contexto
- Crear un espacio acogedor
- Explorar preguntas relevantes
- Fomentar la contribución de todos
- Hacer polinización cruzada y conectar diferentes perspectivas
- Escuchar juntos para descubrir patrones, hallazgos y preguntas profundas
- Cosechar y compartir descubrimientos colectivos
Los equipos cambian cuando se formulan preguntas generadoras. Las preguntas crean conversaciones de aprendizaje conjunto:
- ¿Cuál es el contexto que quiero plantear?
- ¿Cómo creo un clima agradable?
- ¿Qué me puedo preguntar y preguntar a mi equipo?
- ¿Cómo fomento los aportes y la contribución de todos?
- ¿Cómo organizo las reuniones para cruzar y conectar diferentes perspectivas?
- ¿Cómo estoy atento a escuchar y que se escuchen para descubrir patrones, hallazgos y preguntas que aporten valor agregado?
- ¿Cómo compartir, celebrar y cosechar los descubrimientos colectivos?