Coloquio IDEA
RESUMEN DE LA JORNADA
MIÉRCOLES 17 DE OCTUBRE
LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA


  • La Argentina es el primer país que visité después de ser electo presidente de Brasil y también el primero después de mi tratamiento contra el cáncer. Comparto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner muchos ideales y una larga amistad. De manera que aquí me siento como en mi casa.

  • Las medidas adoptadas para superar la crisis global de 2008/2009 no dieron los resultados que se esperaban e imponen serias dificultades a países como Grecia, Portugal, España o Italia.

  • Todos sabemos que los jóvenes desempleados y los inmigrantes no son los responsables de la crisis.

  • La crisis nació y explotó en el corazón del mundo desarrollado. Aún así, la reacción de los gobernantes fue de extrema perplejidad.

  • Si bien ayudaron a los bancos, dejaron desprotegidos a los titulares de hipotecas. Provocaron una avalancha de liquidez, pero no resolvieron las causas estructurales de la crisis, que no fueron atacadas.

  • Los líderes mundiales deben entender que el problema no es sólo económico; más que nunca hay que apelar a la política.

  • Defendí el fin del proteccionismo, ataqué a paraísos fiscales y empujé el desarrollo sostenido.

  • Para evitar nuevas crisis se necesitan mecanismos para terminar con la especulación financiera.

  • Se discutió en el G-20, pero casi nada se ha hecho allí. A veces tengo la sensación que los gobernantes se olvidaban al llegar a sus países.

  • Las instituciones multilaterales que mucho se ocupaban de los países emergentes, en 2008 no supieron nada cuando la crisis fue en los Estados Unidos o en Europa.

  • Los bancos que hacían predicciones alarmantes sobre el riesgo-Brasil o el riesgo-Argentina o el riesgo-Bolivia no sabían una semana antes que sus bancos estaban quebrando.

  • Con humildad digo que estas personas tan arrogantes, que nos dieron tantas lecciones de moral, nos deberían preguntar: "¿cómo hicieron ustedes?".

  • Crecer significa compromiso, responsabilidad y el ejercicio de mucha democracia.
  • En mi país todos fueron convocados. Partí del principio que el Presidente no lo sabe todo y, a la vez, quiere que lo oiga toda la sociedad.

  • La palabra clave es inclusión. Necesitamos más fábricas y campos de producción nacional, construir infraestructura, más investigadores y científicos.
  • Es necesario que la gobernabilidad global sea perfeccionada. Al fin y al cabo, vivimos en un mundo multipolar.

  • Era más fácil cuando Roosevelt, Churchill y Stalin se reunían y, whisky en mano, resolvían los problemas del mundo. Pero ahora somos muchos más. Todos tenemos algo que decir y la necesidad de ser escuchados.

  • Esta nueva gobernabilidad se perfeccionará cuando los países emergentes ocupen el lugar que les corresponde en las instituciones multilaterales.

  • Los países en desarrollo han atravesado por muchos períodos de turbulencias en el pasado y hoy ya conocen los antídotos para las crisis.

  • Nuestras economías ya despegan como turbinas en la economía mundial. En 2012 ya superaron, en conjunto, el PIB de los países desarrollados. El comercio Sur-Sur creció 23% y llegó en 2010 a 3.500 billones de dólares. Y sus exportaciones 19%, frente a 12% del comercio mundial.

  • Ustedes como emprendedores no pueden ignorar que estamos frente a una oportunidad. La participación de América del Sur en la Inversión Extranjera Directa (IED) pasó de 4 a 8% del total y llegó a 121.000 millones de dólares en 2011. En Brasil, pasó de 1,5 a 4,4% del total y de 15.000 a 66.600 millones de dólares.

  • El principal reto de Sudamérica es fortalecer las estructuras que ya existen. Las reservas de energía permiten que transitemos hacia fuentes limpias. Somos el principal reservorio de agua potable del planeta y un continente de paz.

  • Somos 400 millones de sudamericanos que viven el momento más favorable en décadas.
  • Cuando el 25 de enero de 2003 viajé a Davos, yo asustaba a mucha gente. Me tenían miedo. Al regresar, le dije a mi canciller que debíamos cambiar la geografía del planeta.

  • Ya no soporto a ver a gobernantes de América del Sur que vivan mirando a Estados Unidos o Europa y no a la región.

  • (Fernando Henrique) Cardoso y (Carlos) Menem, competían para ver quién era más "amiguito" de Clinton. Sus ministros de Economía viajaban cada fin de año a los EE.UU.

  • Si queremos que nos respeten, tenemos que respetarnos a nosotros mismos.

  • Por eso tomé la decisión de fortalecer el Mercosur y de no olvidar que Brasil tiene fronteras con la Argentina, Uruguay, Paraguay, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.

  • En 10 años hicimos, con Dilma (Rousseff), con Cristina (Kirchner) más de los que otros hicieron en 50 años en nuestros países.

  • Nos miraban con desconfianza. Después de 10 años mostramos nuestros pasaportes y somos recibidos con mucho orgullo.

  • Para el desarrollo sostenido sumamos la estabilidad de precios, buen nivel de ahorro público y privado, oferta de crédito, buen funcionamiento de las instituciones democráticas, trabajadores altamente calificados, etc.

  • Todo se da con decisión política del Gobierno y allí se marca la presencia del Estado, con fuerte participación de la sociedad.

  • Me preguntan qué hizo Brasil para superar adversidades: cohesionar el desarrollo, más inclusión y democracia.

  • Dejamos de lado dogmas y ortodoxias y dijimos: crecer y distribuir al mismo tiempo. Perseguimos ese objetivo y la presidenta Dilma también.

  • En Brasil, la agricultura familiar y los agronegocios convivieron siempre, pero nosotros ampliamos el crédito.

  • Combinamos la estabilidad con el ingreso de millones de personas al mercado de consumo.

  • No nos dejamos llevar por el mercado. Lo importante es que el Estado marque el rumbo.

  • El crédito llega hoy de modo más equitativo e hicimos programas de vivienda. En 2008, teníamos un colchón de liquidez garantizado por las reservas. Pagamos la deuda al FMI y le prestamos al FMI.

  • Aumentamos nuestros flujos comerciales con otros continentes y con los bloques de América. El flujo comercial de Brasil creció 3 veces y medio entre 2007 y 2012. La Argentina es el más importante socio comercial de Brasil en América latina.

  • Los Programas de Aceleración del Crecimiento (PAC) servirán para mantener el desarrollo.

  • Desde 1985 no se invertía en infraestructura. Se creó una generación de brasileños sin esperanzas y estamos en recuperarlos.

  • Brasil no puede ser una isla. Quiere que todos los países a su alrededor se desarrollen al mismo tiempo.

  • Hubo un compromiso de la sociedad que escuchó nuestro llamado.

  • Brasil fue uno de los últimos países en recibir la crisis (en 2007) y uno de los primeros en superarla.

  • Tomamos medidas para estimular el consumo reduciendo impuestos. Por eso, el récord de ventas.

  • Buscamos mantener el ritmo y convocamos a la población a sostener el consumo.

  • Hice un pronunciamiento de ocho minutos e hice la apología del consumo y le dije al pueblo: es verdad que la crisis puede hacer peligrar el empleo, pero si no consumen va a pasar eso.

  • Eso tuvo un efecto extraordinario en la gente y las clases más bajas superaron a la clase A en el consumo. Eso ayudó a fortalecer el mercado interno y a fortalecer la economía

  • Vale la pena prestarle atención a estas políticas. 40 millones de personas ascendieron de clase social en mi país.

  • La mejora de los planes sociales se realizó sin deteriorar la situación fiscal en los últimos años. La inflación sigue controlada y aumenta la generación de empleos, mientras preparamos la infraestructura para la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos.

  • Más que como negocio, hemos tratado al petróleo del PreSal como un pasaporte al futuro: parte de esas ganancias se destinarán, por ley, a la educación.

  • La educación de calidad es un requisito indispensable para el desarrollo sustentable. Nuestro presupuesto pasó de 23.000 millones de reales en 2003 a 76.000 millones en 2012.

  • A través del Programa Pro-Uni, otorgamos becas a estudiantes pobres para que estudien en universidades privadas, a través de acuerdos de desgravación impositiva. Hoy, 1.100.000 jóvenes de la periferia se enorgullecen de tener un diploma universitario. Lo mismo que el hijo del jardinero del cementerio de San Pablo.

  • Es un motivo de orgullo para mí, que no tengo título, haber sido uno de los presidentes que más construyó en Brasil. Sobre todo cuando la elite brasileña consideraba que los pobres no debían ser otra cosa que albañiles o personal doméstico.

  • Juntos, la Argentina y Brasil tenemos un horizonte repleto de oportunidades. El diálogo entre empresarios de los dos países y la alianza entre Dilma y Cristina puede aportar aún más. Los dos países ofrecen mercados internos dinámicos y en Brasil las empresas argentinas serán bienvenidas.

  • Las empresas brasileñas deben aprender a construir alianzas. Los brasileños no pueden ser acusados de capitalistas cuando caminan por Buenos Aires por comprar empresas argentinas. En la medida de lo posible debemos asociarnos para crear grandes empresas trasnacionales que compitan con las trasnacionales de otros países.

  • Pocos países tienen fundamentos económicos como tiene Brasil y facilidades de producción de commodities como Brasil y la Argentina.

  • Ningún brasileño y ningún argentino pueden verse como adversarios ni competidores, sino pensar qué sería de Brasil sin la Argentina y de la Argentina sin Brasil.

  • Si decidimos ejecutar políticas de desarrollo sustentable, en 10 años nuestros países serán mucho más fuertes en materia económica, empresarial, agrícola, y de formación de personas. Debemos vernos como una oportunidad.

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