51º COLOQUIO ANUAL DE IDEA / Jueves 15 de octubre de 2015
Mario Ackerman
Experto recomienda fomentar la creación de “sindicatos por empresa” aunque disguste a gremios

El especialista en Derecho del Trabajo de la UBA Mario Ackerman recomendó impulsar la conformación de “sindicatos por empresa, aunque le disguste a los grandes gremios”, para hacer más productiva la relación entre el mundo empresarial y el laboral.

“El modelo de negociación está centralizado y eso desalienta al de empresa”, sostuvo Ackerman al hablar en el panel “El empleo en la de hoy”, en el marco de la segunda jornada del 51 Coloquio Anual de IDEA.

El especialista lamentó, además, que cuando a los convenios se les incorpora la cuestión de la tecnología siempre “aparece por la vía del conflicto, con un modelo sindical que está fuertemente centralizado”.

Cuestionó también que en el modelo actual haya una “virtual cancelación a formar sindicato por empresa”.

Ackerman destacó la necesidad de “dar a las partes la posibilidad de formar las organizaciones que estimen más convenientes para satisfacer sus necesidades”.

El profesor de Derecho del Trabajo de la UBA sostuvo que “no hay trabajo sin empresa” y señaló que “para que a los trabajadores les vaya bien primero le tiene que ir bien a la empresa”.

“No necesariamente el crecimiento de la empresa provoca trabajo para todos, las empresas por razones de competitividad tienen el deber de ser eficaces, y al mismo tiempo tienen la responsabilidad social de incorporar tecnología”, indicó.

Señaló que “la revolución tecnológica está provocando el tránsito de economías industriales a las basadas en el conocimiento y de información, para lo cual hay que modificar los modos de trabajar y vivir”.

“La relación empresa-trabajador es importantísima, pero el Estado tiene que ayudar a las empresas para que puedan incorporar tecnología e incorporar trabajadores, y formarlos”, señaló.

Sostuvo que “la nueva empleabilidad pasará por reinsertar trabajadores en nuevas actividades”.

Sostuvo que la OIT “puede ayudar, para lo cual sugiero dar una mirada a la recomendación 195 sobre el desarrollo de los recursos humanos, aunque en mi opinión, si son humanos no son recursos”.

Ackerman advirtió que los empresarios “tienen intereses comunes pero contradictorios, porque compiten entre ellos, y lo mismo ocurre con los sindicatos, por eso es preferible diferenciar los distintos ámbitos de interés”.

Lamentó que en la Argentina haya “convenios colectivos desde hace 30 años pero la mayoría de los renovados está basado en lo salarial, no en la renovación de tecnología”.

Denunció, además, “el desquicio del sistema de relaciones laborales, producto de las reiteradas declaraciones de inconstitucionalidad que hace que en las empresas no se sepa con quién negociar, lo cual generó un ámbito de convivencia complicado”, y ante ese escenario sugirió “ordenar de manera normativa para saber con quién se debe negociar”.