51º COLOQUIO ANUAL DE IDEA / Viernes 16 de octubre de 2015
Fernando Straface
Alertan que existe una “brecha entre Ley y práctica en el financiamiento de la política argentina”

El director Ejecutivo de CIPPEC, Fernando Straface, aseguró que “hay una brecha entre ley y práctica que nos caracteriza a los argentinos, campañas que parecen ser muy reguladas, baratas, con poco dinero privado y en condiciones de equidad electoral mientras que la brecha es una de las más importantes del mundo, en el libro ‘Política, dinero y transparencia’ la Argentina se saca 90 sobre 100 pero en la práctica 60 sobre 100”.

“El financiamiento de la política es el principal obstáculo de la equidad en la competencia electoral”, dijo en el panel “Reflexiones sobre la ética, los valores y los dirigentes” del 51º Coloquio de IDEA.

El politólogo citó un informe realizado por Zovatto y Casas, sobre el costo de la Democracia, donde Argentina figura como el país que menos gasto por votante tienen según el dinero declarado.

“Desde 2009 otra brecha es que no se permiten los aportes de personas jurídicas, todos están concentrados en individuos con un tope de hasta 3 millones. El 95% de esos aportes son en efectivo”.

Según “mitos urbanos”, una campaña presidencial competitiva cuesta alrededor de mil millones de pesos, pero “según la ley argentina esas campañas pueden gastar y justificar hasta 250 millones de pesos, hay una brecha muy grande entre la ley y la práctica”, sostuvo.

El politólogo propuso “apostar a una comunicación más horizontal entre los candidatos y los ciudadanos, permitir la bancarización de los aportes, el uso de las tarjetas de crédito para aportar, para convertir a la política en un bien público de la cual la sociedad se apropia”.

“Debe haber un cambio en el sistema electoral y de votación, mejorar la tecnología y regular el uso de los recursos del Estado antes de las campañas”, afirmó. “El financiamiento de la política es un dilema de la democracia que no discrimina ni por nivel de ingreso ni por cultura”, explicó.

Straface dijo que en Argentina el dinero de la política funciona bajo “el principio del agua en la hidráulica: donde quieras contenerlo va a encontrar una alternativa para filtrarse”.

“Hay dos modelos posibles, uno que trata de controlarlo todo, ponerle tope a las contribuciones, centralizar en una entidad el control de todos los flujos y las interacciones, que es el modelo aplicado en México por ejemplo. Otro modelo cree más en el libre mercado, y es el que se aplica en Estado Unidos”, resumió.

El politólogo sostuvo que Argentina está en un proceso de construcción de un modelo intermedio, que “promueve el financiamiento público y controla el financiamiento privado”.

Expuso que “convivimos con un ley federal que tiene muchos rasgos positivos pero tenemos un sistema en las provincias que no es coincidente con esta ley”.

“En Argentina no hay condiciones culturales para el modelo estadounidense, hay provincias donde los gastos de campaña no son auditados”, alertó.

Straface aseveró cuál debe ser el rol de los empresarios frente a esto, dijo que deben “generar un equilibrio de financiamiento político que sea viable y que no naturalice prácticas que están lejos de lo deseable”.

Entre ellas enumeró “la acción colectiva de blanquear, no participar de campañas que no participen de estos principios; fortalecer el sistema de partidos; pasar de una noción restringida de financiamiento de la política a una noción ampliada, con más financiamiento privado para mejorar la calidad de la actividad política; internacionalizar a nuestros dirigentes; y tener una visión mucho más amplia que solamente financiar el momento de la competencia electoral”.

“En Chile, en Brasil, en Francia, en muchos países, está demostrado que son las democracias competitivas las que producen las mejores políticas públicas. La democracia simétrica a la larga le saca calidad a la democracia”, ejemplificó.

El especialista explicó que “en Argentina tenemos fallas de nuestro mercado del largo plazo, episodios de crecimiento y de inclusión que son seguimos por recaídas ya que no tenemos buena política pública que nos asegure un sendero de desarrollo”.