Síntesis

Especialista destacó “democracia sólida” en la Argentina pero cuestionó “clientelismo político”

El profesor James Robinson, autor del libro “¿Por qué fracasan las naciones? destacó esta noche que la Argentina tiene en estos treinta años la construcción de una Democracia “sólida”, aunque subrayó que el problema más grave del país es el “clientelismo político”.
“La Argentina no tiene problemas fundamentales. Creo que es una democracia sólida, enorme, y que sufrió varios shocks que hubieran devastado cualquier régimen Democrático”, indicó.
En esa línea, el investigador inglés dijo que para desarrollar una economía sustentable, es necesario un país “con poder real pero no abusivo, con instituciones sólidas, como la Corte Suprema, pero la justicia aquí hay mucho problemas institucionales, pero no tan graves como en otros países de Latinoamérica”, afirmó Robinson.
El escritor, invitado para exponer en la noche de inauguración del 49º Coloquio de Idea, que se desarrolla en el Sheraton Hotel de Mar del Plata, valoro que en Argentina “ha movilidad social y lucha por modificar los errores del modelo institucional”.
En un crudo análisis sobre la Argentina, el investigador lo comparó con los demás países latinoamericanos, y si bien estableció que el éxito de los países líderes tiene que ver con un “equilibrio en sus instituciones políticas”.
“Un gobierno debe ser un peso y un contrapeso, porque un desequilibrio en esta mala desproporción puede hacer detener el crecimiento de un país que se fue fuera de sincero, y veo que en Argentina, como varios países de la región la falta de contrapeso tiene que ver justamente con el clientelismo político y que está dentro del Estado”, analizó.
“Es parte de su historia ha tenido gobierno muy oligárquicos que no permitieron un crecimiento sustentable, pero tuvieron instituciones que lucharon para veces ese escenario, y en parte lo lograron”, agregó.
“Los problemas institucionales, que se ven y son reales, no alcance, por el gran potencial del país, en ubicar a la Argentina en un país que tienda al fracaso a estar de la falta de estabilidad”, subrayó.
“La Argentina nunca proyectó a políticas económicas a largo plazo. Argentina siempre chocó con sus realidades. No veo positivo la comparación que se hac con Australia, son realidades muy distintas”, señaló.
Robinson planteó en su exposición que los países fracasan por la falta de “innovación, nuevas ideas nuevas cosas nuevo pensamientos, nuevas formas de producir” Allí dividió el escenario en dos tipos de economías: “las inclusivas”, que adhieren a las innovaciones e ideas nuevas, y tiene instituciones internas que apuntan a incluir a la sociedad “pero con políticas económicas comunes y a largo plazo”.
Asimismo describió a las otras, como economías “extractivas”, que se relacionan mucho con etapas vividas como en el colonialismo, donde se explotaban los esclavos o como el apartheid en Sudáfrica.